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Trucos de Magia Económicos: Cuando el crecimiento no es lo que parece

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En economía, como en la magia, a veces las apariencias engañan. Esta semana se publicó el dato del PIB de Estados Unidos correspondiente al segundo trimestre de 2025, mostrando un crecimiento del 3% anualizado. A primera vista, parece una señal alentadora: crecimiento firme, recuperación en marcha, titulares optimistas. Pero si miramos más de cerca, lo que encontramos no es una economía en expansión… sino un truco de ilusión macroeconómica.


Entendiendo la fórmula del PIB

Para entender el truco, veamos la fórmula básica del PIB:


PIB = C + I + G + (X - M)


Donde:

  • C es el consumo

  • I es la inversión

  • G es el gasto público

  • X son las exportaciones

  • M son las importaciones


Aquí es donde empieza la ilusión. Como las importaciones (M) se restan en la fórmula, una caída en las importaciones aumenta el resultado final del PIB, incluso si el consumo, la inversión o las exportaciones no cambian.

Y eso fue precisamente lo que pasó.


¿Qué pasó realmente en el segundo trimestre?

Aunque el PIB creció 3%, gran parte de ese crecimiento no vino del consumo o de la inversión productiva, sino de una caída del 30.3% en las importaciones. Ese desplome provocó que el componente de exportaciones netas (X - M) sumara casi 5 puntos porcentuales al crecimiento total.

 

Pero aquí está el truco: no es que EE.UU. exportó mucho más, ni que se consumió más internamente. De hecho, las ventas finales a compradores privados domésticos –un indicador más real del dinamismo interno– crecieron apenas 1.2%, su nivel más bajo desde 2022. Y peor aún, la inversión empresarial cayó un 15.6%.


¿Por qué cayeron las importaciones?

La razón principal fue la incertidumbre en torno a las políticas comerciales: aumentos de aranceles, amenazas de nuevas restricciones y un entorno general de volatilidad que llevó a las empresas a adelantar compras en trimestres anteriores, y luego frenar las importaciones en este trimestre.

No se trata de una mejora en la balanza comercial por competitividad, sino de un efecto temporal producto de políticas erráticas.


¿Qué significa esto para los inversionistas y empresarios?

Es un recordatorio importante: el crecimiento del PIB no siempre refleja salud económica real. Puede estar distorsionado por factores puntuales que, como un truco de magia, desvían la atención de lo que realmente importa.

En este caso, el supuesto “crecimiento” esconde una caída en la inversión y una desaceleración en la demanda interna. Y como en todo buen acto de magia, lo que no se ve es tan importante como lo que se muestra.

¿Te gustó el truco? Mejor aún es entenderlo y no dejarse engañar.

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